Consume una dieta balanceada que te ayude a mantener un peso saludable, ingiriendo diariamente frutas, verduras y granos integrales variados. Tómate siempre tu tiempo para comer. Ingerir la comida a grandes bocados no es lo mejor para tu sistema digestivo; tampoco para tus niveles de estrés.
No saltarnos ninguna comida es esencial para estar en plena forma. Pasar hambre es lo peor que podemos hacer a la hora de mantenernos sanos. Es necesario mantener un control de las horas de la comida y respetarlo. Realizar cinco comidas ligeras al día es lo adecuado.
Limita el consumo de bebidas con muchas calorías, azúcar, sal, grasa o alcohol. Según expertos del Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer (WCRF, siglas en inglés), reducir la bebida puede tener un gran efecto en el peso corporal o ayudar a mantener un peso normal, también puede reducir el riesgo de cáncer, pues recordemos que el alcohol ha sido vinculado a tumores de mama, colon, recto, boca e hígado.
Realiza actividad física al menos dos horas y media a la semana. Un buen estado físico ayuda a manejar niveles lógicos de estrés, es necesario tener actividades que nos ayuden a evadirnos de la rutina cotidiana. Sesiones de relajación, yoga, hobbies, deportes.
Estar siempre bien hidratado, el agua es fundamental para la vida, y como tal debemos dotar a nuestro organismo de las cantidades que necesita. Recuerda que el agua es el componente mayoritario de las células del cuerpo (excepto en el caso de la células grasas) y también protege y es lubricante para el cerebro y las articulaciones.
Establece tus prioridades. Una meta a lograr es trabajar con inteligencia, utilizando la tecnología, delegando responsabilidades, con un plan de tareas y de objetivos. Dedica el 100% de tu ser a lo que estás haciendo ahora, en todo sentido. “Ser feliz es una decisión”, dice la psicóloga chilena Pilar Sordo.
Los invitamos a compartir estos simples y breves tips para mejorar nuestro bienestar y el de todos.